Dos millares y medio de ciudadanos marroquíes viajaron a Siria desde 2011 para unirse a la yihad del Estado Islámico y de otros grupos satelitales. Algunos de ellos ya están volviendo con amplia experiencia en combate, uso de explosivos y ejecución de secuestros. La zona más peligrosa es la Fnideq (Castillejos), donde incluso se han detectado pequeños campos de entrenamiento.